Para Godly Play hay que estar preparado. Así se lo preguntamos a los niños o jóvenes antes de iniciar una sesión. Pero ¿Cómo se prepara un narrador/portero para la sesión de Godly Play?

En el volumen 2 de la serie Godly Play se ofrecen unas ideas sobre cómo el narrador/portero debe prepararse para una sesión. La introducción es simplemente genial. (Volumen 2 cfr. Páginas 7-30)No debes perderte su lectura. Te sacará de muchas dudas
Las lecciones de Godly Play están destinadas a ser aprendidas «desde el Corazón».
Jerome Berryman (2019): Godly Play. Método para enriquecer la espiritualidad infantil. Guía completa 2. Madrid: San Pablo, p. 25
En este artículo solo pretendo añadir mi experiencia personal.
Lo primero que debemos empezar es por tener claro cuál es la sesión que vamos a contar. Siguiendo el currículo en espiral de Godly Play, podemos saber el itinerario idóneo de sesiones con los niños o jóvenes.
A partir de ahí necesito:
- Tener el guión de la historia.
- Tener los materiales de la sesión.
Y ahora toca familiarizarse con la historia. A mí me gusta decir que llega el momento de hacer la historia mía.
Normalmente, por falta de tiempo o por funcionalidad nos vamos directamente a los movimientos y las palabras del guión y nos saltamos la introducción. Yo, por lo menos, he tenido esa tentación. Dedicar 5 minutos a leer la introducción, el trasfondo… te ayudará a entender mejor la sesión. A mí me gusta, incluso, leer el relato de la Biblia antes de enfrentarme con la historia.

Así que toca leer el guión y aprendérselo de memoria. Y entonces llega la pregunta:
¿Hay que aprendérselo todo de memoria?
«Efectiviwonder», que díria el clásico.
Te recuerdo que en Godly Play contamos historias, como gustaba hacerlo antiguamente: narrando. No las leemos, no las visionamos, sino que las narramos. Y las narraciones están especialmente cuidadas. Cada expresión, cada frase tiene su sentido. Cuando vas aprendiendo más y más historias, caes en la cuenta de que hay muchas expresiones que están conectadas en varias lecciones. Por esto vale la pena invertir tiempo y esfuerzo en aprenderlas de memoria, o mejor dicho «aprenderlas con el corazón».
Cada uno tiene su forma para estudiar y aprender. No voy a ofrecer aquí técnicas de estudio.
Hay personas que a base de repetir y repetir se lo aprenden. Algunos se graban el texto en el móvil y lo escuchan de camino al trabajo, a otros les gusta aprenderlo por apartados. Cada uno sabe lo que es más adecuado.
Tranquilo, es normal al principio que te olvides de alguna parte. Pero cuando estudies la historia trata de fijarte en las expresionas más importantes, en las frases imprescindibles, y esas apréndetelas a fuego.
Yo necesito aprenderme el texto y los movimientos con tiempo. Dejar varios días en medio me ayuda a afianzar el texto. Cuando ya lo tengo bastante aprendido me gusta repasarlo mentalmente y luego revisar los olvidos que puedo tener.
En este momento también me gusta ver los videos de Godly Play Foundation en su canal de Youtube. Te invito a suscribirte al canal. Los mayoría de los vídeos están en inglés, pero no hace falta saber inglés para poder seguirlos si ya conoces bastante bien la historia. Ayudan a aclarar posibles dudas sobre los movimientos.
Cuando ya has aprendido la historia con sus movimientos, debes familiarizarte con el material. Narrar una lección de Godly Play sin haber tenido contacto con el material es simplemente arriesgarse demasiado. Me ha pasado ir a buscar un material de la parábola de la levadura y ver que faltaba una de las tres medidas de harina. Afortunadamente era el día anterior de la sesión y así pude solventarlo. Si hubiese sido a última hora ya no habría tiempo de reacción.
Hay algunos movimientos que al principio son novedosos y que necesitan ser practicados: enterrar a Sara y Abraham, colocar a los animales dentro del arca, cambiar la luz de las velas del adviento… familiarizarte con esos movimientos te dará confianza en el momento de contar la historia.

Practicar las últimas veces con el material que vas a utilizar creo que es algo muy recomendable. (Fíjate que te digo con el que vas a utilizar. A veces practicamos con alguno que nos prestan, pero que luego no es el mismo que vamos a utilizar. Esto nos puede confundir en el momento de narrar la lección).
De nuevo te recuerdo que es importante familiarizarse con el guión y con el material.
Por último, dedica tiempo a preparar la sala junto con la persona que hace la función de portero. Revisa el material de respuesta, los elementos para la fiesta,… Yo uso este momento para revisar bien el material que voy a usar en la presentación. Incluso aprovecha para colocar los materiales de la lección en el orden que los vas a usar. Así te será más fácil encontralos. Por ejemplo, en la caja de la parábola coloca más abajo los últimos elementos que vas a usar y arriba los primeros. Intento tener tiempo incluso para contar la historia in situ antes de que sea el momento indicado.
Y ahora ha llegado el momento. Ya te has contado la lección, ya te has familiarizado con ella. Ahora solo te doy un consejo:
Disfruta narrando la historia como los niños o jóvenes van a disfrutar escuchando la historia. Godly play se basa en el juego, y jugando disfrutamos.
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